Cuando se sintoniza con la gratitud se encuentra el mundo de alrededor con su plena riqueza y belleza.
La única acción o no acción que se necesita es invertir tiempo.
Unos pocos segundos, un minuto, o sencillamente todo lo que dure invertir tiempo.
Sencillamente hay que detenerse de vez en cuando.
Detenerse literal y físicamente, quedarse quieto y sintonizar, tocar, agradecer. Centrarse en sentir gratitud.
¿Cómo?
- Encuentra algo cerca por lo que puedas sentir gratitud con facilidad.
- Sintoniza. Cambia la atención a la gratitud.
- Ahora practica sentir gratitud hasta poder extender el sentimiento de gratitud.
- Extiende el sentimiento de gratitud a todo lo que te rodea, a tí y a todos.
Al sintonizar y extenderse cada vez resulta más fácil estar en la energía de la gratitud y poder mantenerse ahí.
Da igual donde estés o cómo te sientas, siempre puedes sintonizar con la gratitud.
©Hèlen A Vink, Zandvoort, 5 septiembre 2015